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Sobre los autos voladores y la tasa decreciente de ganancia
«¿dónde están los autos voladores? ¿Dónde están los campos de fuerza, los rayos atractores, los podios de teletransportación, los trineos antigravitacionales, tricorders1, las drogas de la inmortalidad, las colonias en Marte y todas las otras maravillas tecnológicas que cualquier niña que haya crecido a partir de mediados del siglo XX asumía que iban a existir para este momento? Incluso aquellas invenciones que parecían listas para emerger –como la clonación o la criogenia– terminaron traicionando sus amplias promesas. ¿Qué fué lo que les pasó?»
x David Graeber
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Cooperativas en el norte y este de Siria: desarrollo de una nueva economía
«Lo que define a una cooperativa, en comparación con un negocio de propiedad privada, es que es propiedad de quienes trabajan en ella. Las cooperativas buscan ganancias, pero las distribuyen entre los miembros (como son, idealmente, los propietarios) o las utilizan para invertir en actividades futuras. En el caso de NES, las cooperativas también cubren directamente las necesidades de la población local, sin comercializar sus productos, y apoyan a las organizaciones civiles.»
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Lecturas de Autogestión: «El Organismo Económico de la Revolución», de Diego Abad de Santillán
x José Luis Carretero Miramar
Así que su propuesta es un acabado proyecto de articulación de una sociedad moderna (para su tiempo) en base a la generación de una tupida red federal de organismos económicos autogestionarios que incluyen, siguiendo las líneas maestras de la organización sindical cenetista, Consejos de Fábrica, Consejos de Ramo de la producción (Vivienda, Industria, Alimentación, etc.), los Consejos locales y regionales de Economía, Federaciones nacionales de los Consejos de Ramo, y un Consejo federal de la Economía nacional.
Buen Vivir, una Alternativa al Capitalismo
En lugar de basarse en las ideas del desarrollo económico moderno que requiere la centralización y el control rígido, Buen Vivir aboga por una comprensión diferente de la economía centrada en las comunidades y un patrimonio común revitalizado. Economías más pequeñas con menos consumo y una mejor comprensión de los costos sociales y ambientales. Esto representa un alejamiento del capitalismo neoliberal, con una comprensión más amplia de las subjetividades humanas en lugar del típico homo economicus, situándolo en un área más amplia de relaciones sociales que entiende que la naturaleza está imbuida de conocimiento espiritual, un patrimonio común de información compartida, una confederación de seres y entornos ecológicamente conscientes.
La última, introducción completa al Agorismo
El Agorismo, desafortunadamente, necesita una introducción.
La contra-economía y el agorismo fueron originalmente conceptos de lucha, forjados en lo que parecía ser la revolución en constante crecimiento de 1972-73, y que en su lugar resultó ser la última ola. Con o sin retórica revolucionaria, el agorismo surgió en una época y un contexto en que los eslóganes requerían un extenso análisis publicado y una crítica dialéctica continua con facciones competidoras muy comprometidas. Por lo tanto, cuando el crisol de «Los sesenta»[1] se enfrió, entre todas las banderolas chillonas de partidos, la basura y las cenizas de la Ideología explotaron, se encontraba una teoría y metodología dura, brillante y precisa. Probablemente la primera base económicamente sólida para una plataforma revolucionaria, el mercado del agorismo se derritió antes de que pudiera siquiera llegar a la estantería de exhibición.
Los Principios Básicos del Confederalismo Democrático
“La autonomía económica no se basa ni en el capitalismo privado ni en el capitalismo de Estado. Se basa en una industria ecológica y una economía comunal que es esencialmente la democracia implementada en la economía. Los límites impuestos a la industria, el desarrollo, la tecnología, los negocios y la propiedad son las fronteras de una sociedad ecológica y democrática. La economía no es un campo en el que se permita la especulación y la acumulación de capital. La autonomía económica es un modelo en el que la especulación y la acumulación de capital se reducen al mínimo. Aunque no rechaza dogmáticamente el mercado, el comercio, la variedad de productos y la competencia, sí rechaza la soberanía de la acumulación de capital. El sistema financiero es aceptable hasta el punto que sirve a la productividad económica. Considera que la práctica de hacer dinero con dinero es la forma más fácil de explotación y niega la posibilidad de hacerlo”.
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