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- Publicado en c4ss.org
Municipalismo Libertario: Ciudades en Red como Plataformas Resilientes para la Transición Post-capitalista.
Por Kevin Carson
Vivimos en un momento de crisis terminal para las instituciones centralizadas de todo tipo, incluidos los dos miembros más notables del género: estados y grandes corporaciones. La causa principal y a la vez síntoma fundamental de esta transición es la constante disminución de la cantidad de trabajo necesario para alcanzar un determinado nivel de producción, y por consiguiente, de la demanda agregada total del trabajo asalariado. Esto se manifiesta en tasas decrecientes de ocupación laboral, y en el trasvase de una parte creciente de la fuerza de trabajo restante desde el trabajo a tiempo completo hacia el de tiempo parcial y la precariedad (tanto en el trabajo temporero como por contrato). Otro síntoma de la crisis son los recortes del Estado frente a la crisis fiscal y una tendencia hacia la austeridad social en la mayoría de los países occidentales; acompañado de una desintegración de las redes tradicionales de seguridad basadas en la figura del empleador, en el marco de la disminución del empleo a tiempo completo…
El Pico del Petróleo (y de otros combustibles fósiles) está generando presión hacia la reducción de las cadenas de suministro y distribución globales. Al mismo tiempo, el desplazamiento de las tecnologías militares orientadas a la proyección de poder hacia tecnologías más defensivas demuestra que los costes imperiales de imposición de un sistema económico globalizado de producción subcontratada bajo el control legal del capital occidental se están volviendo prohibitivos.
Las mismas tendencias tecnológicas que están reduciendo la necesidad total de mano de obra también, en muchos casos, facilitan que la producción directa para el uso en la economía informal, social y doméstica sea mucho más viable económicamente. Herramientas CNC de código abierto (Open-source Computer Numerical Control machine tools) baratas, redes de información digitales,
Permacultura y huertos comunitarios, monedas alternativas y sistemas de crédito mutuo, todo
reduce la escala de la producción necesaria para satisfacer la demanda de multitud de hogares, vecindarios y barrios, y, de manera similar, disminuyen los desembolsos de capital necesarios para satisfacer directamente las necesidades de consumo a una escala que esté dentro de sus posibilidades.
Unimos todas estas tendencias, y vemos que el viejo modelo que garantiza la obtención de medios de subsistencia a través de los salarios está colapsando, a la vez que la nueva tecnología está destruyendo la base material de la dependencia con respecto a las corporaciones y al Estado.
Pero como todas las transiciones, ésta es una transición no sólo desde algo, sino hacia algo. Ese algo tiene un parecido más que pasajero con el futuro comunista libertario descrito que Piotr Kropotkin en “La Conquista del Pan” y “Campos, fábricas y talleres”: La relocalización de la mayor parte de las actividades económicas en aldeas mixtas agrícolas/industriales, el control directo de la
producción por parte de quienes participan directamente en ella, y la reducción de las diferencias entre el campo y la ciudad, trabajo y ocio, y trabajo físico e intelectual.
En concreto, se trata en gran medida de una transición hacia una sociedad post-capitalista basada en el procomún (lo común, commons en lengua inglesa). Como dice Michel Bauwens, el paradigma del procomún reemplaza al paradigma tradicional socialdemócrata, en el que el valor es creado por el sector privado (es decir, corporativo) mediante mano de obra y una parte de ese valor es redistribuido por el Estado y las organizaciones sindicales, por uno en el que el valor es co-creado en el ámbito del procomún social al margen del marco del trabajo asalariado y del contexto monetario, y el proceso de creación de valor está en manos de quienes lo crean.
Debido a los cambios tecnológicos que implica lo que Bauwens llama producción «cosmo-local» (producción física que es principalmente local, usando instalaciones relativamente pequeñas, para el consumo de proximidad, pero usando una información global común libremente disponible para todas las localidades), el nivel básico de organización de esta sociedad basada en el bien común será local. La producción cosmo-local (DGML = Design Global, Manufacture Local) se rige por los siguientes principios:
- Cooperativismo de protocolo: los protocolos inmateriales y algorítmicos subyacentes son
compartidos y de código abierto, utilizando principios copyfair (libre intercambio de conocimientos, y comercialización condicionada por la reciprocidad). - Cooperativismo abierto: las cooperativas basadas en el procomún se distinguen del «capitalismo colectivo» por su compromiso de crear y difundir bienes comunes para el conjunto de la sociedad; en las cooperativas de Plataforma las propias plataformas son procomunes, necesarias para posibilitar y gestionar los intercambios, protegiéndolos a un tiempo de su apropiación por parte de plataformas extractivas netárquicas (extractive
netarchical platforms). - Contabilidad abierta y solidaria: mecanismos de distribución equitativa que reconocen todas las contribuciones.
- Cadenas de suministro abiertas y compartidas para la coordinación mutua.
- Formas de propiedad non dominium (los medios de producción son comunes para el beneficio de todas las participantes en el ecosistema.
En este trabajo estudiaremos la emergente economía distribuida y basada en el procomún, como base para la transición postcapitalista, en tres niveles: la microaldea y otras formas de coproducción, la ciudad o pueblo como una unidad, y las federaciones de ciudades a nivel regional y global.
Estudio completo [.pdf] (Traducción realizada por Confoederatio Think Tank).
Original:
Libertarian Municipalism: Networked Cities as Resilient Platforms for Post-Capitalist Transition