Nota originalmente escrita por Robert Raymond, publicada por Shareable en inglés. Traducción propia.
Si eres como yo, puede que desconfíes impulsivamente de las afirmaciones de que las tecnologías digitales como la criptomoneda y la blockchain pueden producir una descentralización radical, el empoderamiento personal y aliviar las heridas del capitalismo.
Sin embargo, la última serie de cartas que han surgido de las profundidades del universo blockchain – DAOs, u Organizaciones Autónomas Descentralizadas – podría tener algo que ofrecer a aquellos interesados en avanzar en el poder del trabajo, específicamente cuando se trata de la propiedad de los empleados.
Cuando los mundos chocan
Las DAOs son un poco difíciles de definir porque todavía son un fenómeno emergente, pero para simplificar, son organizaciones que se gestionan completamente a través de la tecnología blockchain. Proporcionan una forma accesible de descentralización y transparencia que, en ciertos aspectos, podría escalar más fácilmente que las organizaciones tradicionales.
«La cantidad de innovación en materia de gobernanza que se está produciendo en la tierra de las DAOs no es algo que haya visto en ningún otro lugar», dijo a Shareable Nathan Schneider, periodista, autor y profesor de estudios de medios de comunicación en la Universidad de Colorado, Boulder. «Se siente, en algunos círculos, como un movimiento social, en el que la gente siente que está realmente involucrada en algo nuevo que está ayudando a rehacer el mundo tal y como lo entienden».
El movimiento social que describe Schneider es el resultado de la colisión de dos mundos distintos: el de las tecnologías de cadena de bloques y el de las cooperativas de trabajo.
«Existe este florecimiento de personas que no han venido de un entorno cooperativo, no han venido de este análisis político sobre el equilibrio de poder entre el trabajo y el capital o algo así. La mayoría de ellos han llegado con un: «Oye, esta es una tecnología genial, ¿qué podemos hacer con ella?»», dijo Richard Bartlett, cofundador de Loomio, a Shareable.
Esto, según Bartlett, está produciendo un montón de preguntas fructíferas: ¿Cómo se puede atraer a la gente? ¿Qué se hace con su capacidad de atención? ¿Qué ocurre si se intenta que 1.000 personas voten cada día?
Un defensor de la DAO, que escribe un blog y dirige un podcast con el nombre de Blockchain Socialist, y que pidió el anonimato por temor a represalias en el lugar de trabajo, dijo a Shareable que estas preguntas pueden abrir las puertas a la innovación cooperativa de estilo socialista entre las comunidades tecnológicas que tradicionalmente se consideran más libertarias y de derechas.
«En realidad me ha sorprendido mucho que mucha de esta gente del ámbito cripto esté muy abierta a escucharme», dijo. «Debido a esta síntesis emergente de las cooperativas y de las DAOs, estas personas están preguntando directamente: ¿son las DAOs socialistas? Crearon las DAOs, se dieron cuenta de que eran algo parecido a las cooperativas y luego se dieron cuenta de que las cooperativas son algo parecido al socialismo. Así que se detienen y se miran entre ellos y dicen: «¿estamos haciendo socialismo ahora mismo?».
¿Pueden estas dos comunidades -tecnólogos y organizadores comunitarios- unir fuerzas y llevar la democracia real a las tecnologías descentralizadas y disruptivas?
Y por otro lado, ¿podrían las DAOs -con sus sistemas seguros, flexibles y escalables de creación de valor y distribución de la propiedad-autoridad dentro de una cooperativa- llevar la propiedad de los trabajadores a la corriente principal?
Puede que sí, pero es importante comenzar esta conversación con un grano de sal.
Cambios grandes — ¿quizás?
Antes de profundizar en los beneficios potenciales de las DAOs, es importante dar un paso atrás y examinar críticamente el historial de las tecnologías de cadena de bloques, porque no siempre es muy reconfortante.
La criptomoneda, por ejemplo, ha sido alabada como una fuerza revolucionaria para descentralizar y democratizar las finanzas. Los NFTs (tokens no fungibles) son igualmente alabados por dar un nuevo poder a los artistas y músicos individuales que trabajan en línea.
Sin embargo, la retórica de la descentralización que sale del mundo de la cadena de bloques puede parecer un poco exagerada si se tiene en cuenta un nuevo estudio que acaba de revelar que el 10% de los principales operadores de NFT realizan el 85% de las transacciones y negocian el 97% de todos los activos, y que el 10% de los pares comprador-vendedor tienen el mismo volumen que el 90% restante.
Y la reciente locura en torno a las NFTs es un ejemplo convincente de cómo la tecnología blockchain está siendo cooptada y corrompida por las nefastas fuerzas del capital de maneras que no sólo son antitéticas a la prosperidad – sino que sólo trabajan para aumentar la escasez y alienar los bienes comunes digitales.
Es difícil no retroceder ante la idea de que tenemos algo que ganar en este mundo frente a titulares como: «Un megayate del Metaverso que acaba de venderse por 650.000 dólares es el NFT más caro vendido en el mundo virtual The Sandbox«.
Como todos los nuevos sistemas basados en la tecnología, las DAOs vienen con mucho bombo y platillo. Es importante que tengamos esto en cuenta mientras intentamos ver a través del humo y los espejos para explorar los beneficios reales que las DAOs podrían potencialmente impartir a aquellos interesados en la propiedad de los empleados.
Economías de tokens
Una de las principales ventajas de las DAOs es la flexibilidad en la estructura organizativa que permiten. Dado que estas organizaciones viven enteramente de contratos hechos a través de sistemas de cadena de bloques, los mismos sistemas que impulsan a las criptomonedas, tienen mucho espacio para la creatividad.
Teniendo en cuenta que la criptomoneda es todavía bastante novedosa, y que los estados todavía están jugando a ponerse al día cuando se trata de regular estos sistemas, la idea con las DAOs es que puedas diseñar tu organización o escribir tus contratos con mucha más flexibilidad que en las entidades legales tradicionales – sujetas a las leyes de los estados en los que residen, por supuesto.
«Puedes reunirte con algunos amigos para hacer algo, y en lugar de simplemente pagar dinero en dólares, puedes crear tu propia moneda y tratar de hacerla valiosa y establecer las reglas de cómo funciona esa moneda», dijo Schneider a Shareable. «Y tal vez no sea sólo una moneda, tal vez sea también para la gobernanza, tal vez sean sólo votos de gobernanza. O tal vez sean cosas que se usan para acceder al servicio que se comparte. Se pueden escribir las reglas de una manera muy flexible».
Para entender cómo funcionan las DAOs, tenemos que comprender la idea de los tokens digitales. Puede ser útil pensar en un token como una especie de moneda – un paquete único de datos que representa algún tipo de valor, y que es rastreado en los libros de contabilidad distribuidos, incluyendo cadenas de bloques.
En las criptomonedas, se asigna un valor monetario a los tokens. Las NFT utilizan tokens para asignar valor a los activos digitales, como las obras de arte digital, y sellarlos como únicos.
Con las DAOs, la idea de un token digital se amplía hasta el punto de que puede representar básicamente cualquier cosa, incluyendo, de forma importante, un voto.
Aquí es donde las cosas pueden ser emocionantes para la gente en el mundo de las cooperativas de trabajo. Abre todo un nuevo campo de posibilidades en términos de coordinación de la gobernanza descentralizada y democrática.
«Básicamente, puedes hacer que la democracia dentro de un lugar de trabajo sea mucho, mucho más alcanzable y mucho, mucho más fácil de hacer», dijo a Shareable Joshua Davila, un arquitecto de soluciones de blockchain que actualmente está escribiendo un libro sobre cooperativas de blockchain.
A nivel puramente logístico, las DAOs facilitan las votaciones. En una cooperativa tradicional, por ejemplo, «se necesita un quórum de más del 50 por ciento de personas que se presenten a la reunión», dijo Davila. Pero con la tecnología de las DAOs, hay menos barreras para lograr el quórum, porque se puede votar desde cualquier lugar que tenga conexión a Internet. «Se puede facilitar un sistema muy, muy fiable para votar y aplicar los principios democráticos en un espacio digital».
La votación a distancia por parte de las juntas directivas de las organizaciones que utilizan la comunicación electrónica, como el correo electrónico o incluso el teléfono, está sujeta a regulaciones que difieren de un estado a otro, y que están cambiando rápidamente, pero las DAOs son una nueva y poderosa herramienta para este proceso.
Los negocios DAOistas ya están aquí
Según Jason Prado, jefe de tecnología en la Cooperativa de Choferes, las DAOs son un desarrollo importante que podría ofrecer nuevas posibilidades de inversión o “mejores formas de organización.”
La Cooperativa de Choferes es una cooperativa de transporte compartido, propiedad de los conductores en la ciudad de Nueva York. Actualmente están explorando el marco DAO como un camino potencial para construir su plataforma y convertirse en un negocio más sostenible.
La Cooperativa de Choferes cuenta actualmente con miles de conductores en su plataforma, pero esperan llegar a decenas o cientos de miles y expandirse más allá de la ciudad de Nueva York.
Su objetivo es que su plataforma, de propiedad y gobierno democráticos, alcance la escala de Uber o Lyft, lo que la convertiría en la mayor federación de trabajadores del mundo.
«Mientras lo hacemos, ¿cómo vamos a ampliar la toma de decisiones? ¿Cómo vamos a escalar estas nociones de propiedad?» dijo Prado a Shareable. «Cuando hablamos de plataformas que tienen decenas de miles de trabajadores en ellas y luego cientos de miles o millones de clientes que tal vez también deberían ser incluidos en el concepto de propiedad – no tenemos estructuras existentes que hayan escalado con éxito a ese nivel.»
Opolis es
un ejemplo de cooperativa de empleo digital propiedad de sus miembros que actualmente utiliza la tecnología DAO. Opolis ayuda a los trabajadores independientes a acceder a beneficios de empleo de alta calidad a nivel de grupo, como el seguro de salud, la liquidación de nóminas (en criptomonedas) y el cumplimiento de los impuestos, entre otras cosas.
Opolis afirma que han superado todos los retos inherentes al panorama de las DAO, pero según Joshua Lapidus, el administrador ejecutivo de la comunidad de la organización, las DAOs en general necesitan aprender a «aprovechar las cooperativas para encontrar una base legal, aumentar la legitimidad ante los escépticos y ayudarnos a lograr una adopción masiva.»
Costes ocultos y poder de acaparamiento
Otra desventaja del funcionamiento de las criptomonedas tradicionales es que quien tiene más monedas o tokens tiene intrínsecamente más poder.
…Si tienes algo a la venta, ¿qué puede impedir que un actor malicioso lo compre y lo controle? – Jason Prado, tecnólogo jefe de la Cooperativa de Choferes
En cuanto permites que se venda un token y que se parezca a una inversión, entonces tienes un problema: ahora pueden entrar inversores, o capitalistas, comprar ese token y tener un poder de voto indebido en la plataforma», dijo Jason Prado a Shareable. «Eso da mucho miedo porque estás jugando un poco con fuego. Sigo pensando que es una buena idea para muchas empresas, porque la realidad es que conseguir capital es importante. Pero aun así, si tienes algo en venta, ¿qué puede impedir que un actor malintencionado lo compre y lo controle?»
Las cooperativas de trabajo asociado, en cambio, funcionan según el principio de un socio, un voto. Esto es posible teóricamente en la cadena de bloques, pero no siempre funciona bien en la práctica porque la identidad es mucho más difícil de seguir en una DAO y hay formas de abusar de la red.
Los entusiastas de las DAOs afirman estar explorando nuevas formas de votación que podrían evitar estos problemas.
Entre ellas se encuentran la «votación cuadrática», en la que cuantos más tokens se utilicen para votar, menos valen; y la «votación por convicción», en la que el compromiso de tiempo aumenta el valor del voto de los tokens.
La escalabilidad inherente a las DAO -tradicionalmente uno de los mayores puntos de venta alabados por los defensores de la tecnología blockchain- también está llena de arrugas.
«Si quieres usar la red principal de Ethereum para tu cooperativa y quieres tener mucha democracia -quieres que la gente vote todo el tiempo-, probablemente no sea factible. Es demasiado caro», dijo Joshua Davila. «Estás pagando al menos como 30 dólares de Ether por transacción… Cuando estás votando, es una forma de transacción. Así que eso no es muy propicio para las estructuras democráticas».
Muchos de los retos a los que se enfrentan las DAO son puramente tecnológicos, pero otros son de naturaleza más social: No siempre se puede codificar un código ético.
La tecnología digital no es sólo una matemática neutral en cuanto a valores: está diseñada y aplicada por seres humanos reales que aportan sus propios valores e ideologías. Los algoritmos pueden ser racistas y sexistas. Y en este sentido, no hay nada inherente dentro de una DAO que la lleve a tener los valores que aquellos dentro de cualquier organización específica podrían esperar que tuviera.
Software vs. valores
Kei Kreutler, jefe de estrategia de Gnosis, una empresa de tecnología blockchain, dijo a Shareable que «aunque muchas DAOs adoptan principios de funcionamiento o relaciones económicas que se asemejan al cooperativismo digital … esto no significa que su software necesariamente imponga esta forma de organización.»
En otras palabras, dijo Kreutler, «la descentralización técnica no conduce necesariamente a la descentralización política del poder.»
La descentralización técnica ayuda a crear instituciones resistentes a la censura y dignas de confianza, es decir, consistentes, de igual a igual.
No informa ni refleja directamente la distribución del poder, es decir, menos desigualdad. Se requiere un trabajo activo e informal.
— kei 🗝️ (@keikreutler) 1 de febrero, 2021
Sin embargo, el impulso que tienen las DAOs es emocionante, dijo Kreutler a Shareable. «Surge con más claridad un tercer sector social ‘autónomo’, aparte de los sectores público y privado», dijo. «Esta es mi opinión más idealista: que las DAOs podrían insuflar nueva vida a los movimientos existentes y emergentes relacionados con la gobernanza cívica».
Aunque la descentralización inherente a las DAOs es ciertamente atractiva, no sustituye al poder de los sindicatos, las huelgas, las campañas por el salario mínimo y otras formas de organización laboral.
Todavía tenemos que hacer cambios radicales en la forma en que funciona toda nuestra economía si estas tecnologías tienen alguna oportunidad de contribuir a nuestra liberación colectiva.
Como tuiteó recientemente Paris Marx, crítico tecnológico y presentador del podcast Tech Won’t Save Us:
«Cambiar el camino del desarrollo tecnológico requiere mucho más que construir alternativas de nicho que poca gente utiliza en última instancia. Requiere cambiar las estructuras más amplias en las que se desarrolla la tecnología para que la gente no intente desesperadamente encontrar esperanza en las patrañas libertarias.»
— Paris Marx (@parismarx) 3 de diciembre, 2021
Tal vez lo que realmente debemos preguntarnos no es lo que las DAOs podrían ofrecer al mundo de la propiedad de los empleados, sino lo que la propiedad de los empleados puede aportar a las DAOs, inyectando valores democráticos y cooperativos en sus organizaciones y proyectos.
«Ya existía una versión descentralizada de la corporación tradicional, que era la cooperativa», dijo el creador de Blockchain Socialist a Shareable. Aunque las cooperativas carecen de popularidad y pueden ser difíciles de establecer y coordinar, con la llegada de las DAOs, «la gente a las que nunca le habían importado un carajo las cooperativas de repente está muy, muy interesada en esto. Y eso es algo que hay que aprovechar».