“Hay algo que todas las personas, lo admitan o no, saben en lo más profundo de sus corazones: que las cosas podrían haber sido diferentes, que eso hubiera sido posible. Podrían vivir no sólo sin hambre y también probablemente sin miedo, sino además libremente. Y, sin embargo, al mismo tiempo -y en todo el mundo- el aparato social se ha endurecido tanto que lo que les espera como medio de posible realización se presenta como radicalmente imposible”
Theodor Adorno
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Seremos testigos de la imposibilidad radical que se ha prometido desde la antigüedad: un mundo unificado bajo la bandera de la verdadera libertad. Mediante el poder de la tecnología digital y la criptografía, este mundo se convertirá en realidad. Esto se debe a que la forma de poder en la que se basa la criptografía es sólo un poder de tipo destituyente: sólo encuentra valor en un mundo donde el dinero, el lenguaje y la política se han corrompido por completo, y lo único que queda por hacer es rechazarlo. Mediante la desactivación de la estructura de poder tal como lo entendemos, a través de una estrategia totalmente nueva de inoperatividad del poder, rompemos todo el sistema.
La nueva economía digital existe fuera y más allá del control de cualquier forma de gobierno. Hace esto mediante la desactivación del control que los estados tienen sobre la economía, al crear un nuevo sistema monetario. Desde la NSA, la CIA y el Departamento de Defensa, no existe una sola agencia de tres letras que pueda reclamar ningún grado de soberanía sobre nuestros medios de intercambio económico y comunicaciones privadas, los que hemos hecho nosotros mismos en el marco de la criptografía. No hay nada que puedan hacer, más que mostrar su impotencia frente a la majestuosidad de la criptografía, y su propia necesidad egoísta y temerosa de controlar todo. La criptografía es la base de la nueva sociedad que crearemos en el caparazón de la vieja.
Poder destituyente
“Si las revoluciones y las insurrecciones corresponden a un poder constituyente, es decir, a una violencia que establece y constituye la nueva ley, para pensar un poder destituyente tenemos que imaginar estrategias completamente distintas, cuya definición es la tarea de la política venidera. Un poder que acaba de ser derrocado por la violencia volverá a surgir en otra forma, en la dialéctica incesante e inevitable entre el poder constituyente y el poder constituido, la violencia que crea la ley y la violencia que lo preserva.”
-Giorgio Agamben
El objetivo no es crear una nueva forma de dinero, eso ya se ha logrado. El objetivo real es presentar un nuevo tipo de ley; un nuevo tipo de política. Un tipo de política que no se manche con la violencia del hombre o la maquinaria del Estado. Ya no es necesaria la violencia legislativa de la máquina estatal, y estamos creando un mundo nuevo en el que esas formas de violencia cruda y bárbara ya no pueden legitimarse. Triunfaremos sobre aquél mal de este mundo simplemente disolviéndonos en bits repartidos por todo el globo.
Comienza una nueva época y el primer objetivo es hacer que tanto el dinero antiguo como la vieja política sean no sólo despojados de su valor, sino que también se conviertan en testamento de su corrupción.
Nuestro poder es uno destituyente. Un poder que quita a las leyes y políticas actuales cualquier significado, mostrando su corrupción total. Esto potencia un nuevo sistema que no pueden afectar, no pueden tocar y no pueden corromper. Podemos romper el actual monopolio económico-político, y volver a los poderosos del viejo mundo inútiles en el mundo digital.
Buscamos reactivar la Ley como se suponía que fuera, en lugar de intentar constituir cambios a través del sistema corrupto de hoy. Las leyes del viejo mundo no tienen sentido en este espacio digital; y ahora tenemos que hacer que esto también sea verdad en el mundo de la carne y el acero. Una vez que veamos que el abandono de la arquitectura política actual es el único camino a seguir, podremos comenzar a crear nuestra nueva forma de política.
El sistema digital se aparta radicalmente del sistema estatal de leyes a través de una praxis política de no violencia. A través de proteger la información con encriptación y distribuir ampliamente los medios contra la corrupción y la injusticia como una forma de verdad, podemos crear un mundo nuevo.
La violencia legal que promulga leyes estatales y crea su poder simplemente no puede existir aquí: no hay un territorio en el que pueda aplicarse. Esta división radical es lo que fundamentalmente divide nuestras leyes digitales codificadas de las leyes contemporáneas hechas de violencia. No necesitamos la violencia del estatismo para cooperar.
Los recursos comunes digitales como praxis económica y política
A través del poder de Internet y de los recursos comunes digitales, podemos recrear nuestros sistemas de gobierno para que sean las fantasías utópicas que se soñó que serían. Podemos reactivar el poder de gobernarnos por constituciones, acuerdos a los que tenemos derecho como ciudadanos. Esto puede permitirnos estar gobernados por la ciencia y la inmutabilidad de la tecnología, en lugar de por las voluptuosas voluntades de los hombres, que se corrompen con facilidad por ganancias egoístas. Ya no necesitamos tolerar las violaciones de nuestros pactos sagrados y la eliminación de los mismos derechos que dan origen a nuestros gobiernos.
El despliegue de todos estos nuevos criptosistemas con la criptografía reforzada no es sólo un avance matemático, sino las raíces de un cambio de época. El poder económico de las monedas digitales depone al sistema económico estatal en favor de uno digital. Esto es sólo el comienzo de la deposición del poder lejos de las manos del Estado y de vuelta a las de la gente. Durante la próxima década, estos sistemas van a desafiar fundamentalmente al Estado y a su control en todos los niveles de la vida.
Este poder depone porque es una salida explícita del sistema económico y político actual y corrupto, que está presente y abarca todo en nuestras vidas. En lo digital, toda la multitud de la sociedad puede existir, sin cuidadores ni amos. Aquí hemos elegido construir todo esto por nosotros mismos, sin la ayuda de nuestros amos del Estado, o de sus aliados capitalistas, que han corrompido nuestros sistemas de gobierno para obtener ganancias privadas.
Hacia el futuro
Podemos crear un mundo radicalmente nuevo, donde la libertad de todos no sea solamente una esperanza, sino una realidad. El poder de la tecnología nos ha acercado a eso más de lo que nunca hemos estado antes, y ahora podemos ver el mundo como realmente es:
Hay miles de millones de nosotros viviendo en las situaciones más desfavorecidas, luchando por las sobras más pequeñas que el Imperio les arroja. Una vez que veamos que la mayor fortaleza para vencer a la bestia del fascismo global reside en crear una nueva forma de solidaridad digital, podríamos tener la oportunidad de un futuro real en el que ya no seamos esclavos, sino realmente libres de determinar el mundo que haremos.
Este artículo es una traducción al español del original en inglés: https://btctheory.com/2016/07/27/the-destituent-power-of-crypto/
Fuente: Teoría Bitcoin